Con la llegada de Félix Báez a La Habana, acompañado por el doctor Jorge Pérez Ávila, director del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), quedaron atrás los días de incertidumbre en torno a la sobrevivencia del médico cubano.
La estrategia terapéutica seguida por el equipo médico que encabezó el doctor GeronePugin, jefe de la unidad de terapia intensiva del Hospital Universitario de Ginebra, condujo a un final exitoso. Pero, según cuenta el director del IPK, todavía los tratamientos contra esta enfermedad son experimentales, y Pugin le decía: ‘Jorge este es nuestro primer paciente con ébola, todos carecemos de una experiencia anterior, vamos a ver cómo evoluciona’, y así fueron evaluando cada uno de los pasos que decidieron dar.
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